martes, 15 de abril de 2014

Reseña de "Kontratiempos", 20 años de Envidia Kotxina

Por fin pudimos hacernos con nuestro pack del disco Kontratiempos de Envidia Kotxina, nosotros también quisimos celebrar su 20º aniversario, y no podíamos dejar pasar la oportunidad de conseguir nuestra copia.

20 años, 20 canciones con los que conmemorarlos. Yo apenas tenía 3 añucos cuando Envidia Kotxina comenzaron a escupir verdades con su música, a poner banda sonora a mucha gente, y por suerte, yo he aprendido a madurar con muchas de sus canciones. En este trabajo, nos dejan sus temas divididos, por así decirlo, en tres bloques, y voy a intentar escribir sobre ello y lo que por su propio cumpleaños nos regalan a todos sus seguidores.

Los primeros diez temas son novedades. Ponte cómodo, ajusta el volumen de la música, y que empiece Kontratiempos. Nos traen 10 temas nuevos más maduros, donde, a pesar de seguir transmitiendo la rabia con la que empezaron a dar guerra en este nuestro panorama musical, ahora se ve más equilibrado, con una mayor seguridad y técnica (musical, vocal y lírica): el paso de los años les ha tratado genial. Sin inventos raros o virguerías, crean unas estructuras y unas melodías singulares, ¡allá vamos!

Unas baquetas marcando un ritmo, unas guitarras limpias jugando rápido con un par de notas y un bajo que lo sigue nos presentan A ras del suelo. Tranquilos, enseguida empezaremos a oír la guitarra con distorsión, que en mute será una base para que entren las voces, tan peculiares y características de Envidia Kotxina, conmbinando los coros con la voz única, que es seña de identidad del grupo. A los treinta segundos ya pasa a una melodía más rápida y punk-rockera, pudiendo apreciar la velocidad que también aportan las dos voces diferentes de Ángel y Ziku que ponen voz a una gran letra, haciendo brillar, en todo el larga duración, me atrevo a decir, a las letras: “Fuego por fuera y frío por dentro”. Sigue Día tras día, que seguro os sonará, pues es el tema adelanto que colgaron en YouTube, y puedes escuchar aquí, ¿qué te parece? Ahí te la dejamos para que tú mismo escuches y opines.


Mis razones entra fuerte, y poco a poco van subiendo el sonido de la percusión de la batería de Hugo, seguido de una melodía limpia de una de las guitarras. Atentos al genial silencio sobre el segundo treinta, tras el que con fuerza entra el ritmo completo. Aquí los cambios de ritmo, la profundidad de las letras con la combinación de las dos voces y los coros la hacen perfecta: “Así veo mi vida pasear por las calles de este matadero”, con un brevísimo ritmo ska, combinado con la rapidez sobre la cual las seis cuerdas nos dejan un solo exquisito. Animal es la siguiente, algo funky-reggae, más pausada, donde se da una importancia a la voz, y cuando acaba la introducción vocal a un bajo y a una guitarra muteada perfecta pero más dura: “En mi hambre mando yo… Un mundo nuevo quiero ver”. La labor compositiva de Envidia Kotxina es una de las mejores con las que nos hemos topado, y para muestra de ello, Animal. El solo rockero de este tema es de mis favoritos, que termina pero empieza una batería, leves sonidos de una guitarra limpia y sus acordes, y escuchando las letras más claras y algo más tranquilas. ¿No os recuerda esa voz al Drogas?

Somos va en quinto lugar, y no sé, este no sé destriparle, es muy peculiar, muy Envidia Kotxina, en el que participan una mezcla de melodías, enlazadas, creando una composición muy fuerte que funciona genialmente. Lololoroló! “Somos de los que no hay!”.

Rápida pasa Perro, más hardcoreta en su introducción, más skatera en su parte central, participando mucho en ella lo melódico, en donde aprovechan para ladrar mucha rabia contenida, invitándonos a hacer lo propio: “Tu triste vida causa ruina y en tu frente mi señal”. Esta mezcla musical es de las mejores de Kontratiempos, sin lugar a dudas, terminando con un aumento del tiempo y unas notas al aire que dejan paso a Desobediencia, al más puro estilo del grupo, similar en el rimo y esquema de Se venden guerras, que tanto escuchamos, cantamos y muchas veces nos atrevemos a versionar. ¿Te atreves a unirte a la desobediencia?

Octava es Mira, con ese redoble y ese palm mute: me encantan esos momentos en las que los instrumentos callan y podemos escuchan claramente las voces, que contundentes, con ese doble fondo que crean las dos gracias al contraste de ambas, nos suelen presentar Envidia Kotxina, y que suelen remarcar las ideas más rabiosas de su trabajo lírico, que sin mucha complicación, cumplen su función. Las guitarras tocando ska, con el bajo burlón de Txafas que crea una melodía muy fácil de recordar y que se te mete en la cabeza. Si a estas alturas no estás meneándote en la silla o saltando con ellos en los directos, vas mal, ¡muy mal! “Dos caricias en tu pelo que me ayudan a soñar en un cuerpo que no espera que me vuelva a despertar”. Joder, si es que no puedo con estas letras: son putas verdades, es la puta realidad en forma de canción, y utilizan esta arma de manera impecable: “Guillotinas esperando, hay cabezas que cortar”. Como historiadora os animo, ¡mucho tarda la revolución, vamos a ver arder el cielo! Tendremos que hacerles caso, ¿no? Atentos al último cuarto de la canción, atentos.


Mala patada es la novena. A la par el bajo y la batería nos la presentan: la traición como hilo conductor. Mi tema preferido del disco, que me gustaría no manchar con mi crítica, para que vosotros la podáis apreciar, porque a mi me dejó sin palabras. “Aprendí a no tropezar recordando las pisadas, hay pasos que llevan a oscuras calles cortadas, fuiste el hueco en el vacío que dejó al marchar la nada, el defecto, una errata, esa frase inacabada”.

No es difícil cierra este primer bloque con una melodía muy bonita de una guitarra inquieta y con la particular mezcla de voces, con ese punk-rock tan habituados al que nos tienen. Aquí me vienen muchos recuerdos de Cuando las bocas comen silencio. Y es que Envidia Kotxina siguen su línea, su estilo creado, su trayectoria, en donde además de algunos reinventos (como ciertos toques hardcoretas, y más seguridad y melodía en los solos), lo que hacen es reafirmarse como quieres son, ofrecernos más de su música, más de su actitud de la que muchos intentamos beber, más confianza en su gran técnica musical, purificada y contundente, y más letras que no necesitan de malabares musicales para intentar gritar y recordarnos que esta herramienta puede ser la mejor para luchar contra la realidad en la que estamos inmersos.

El segundo bloque de cinco temas regrabados lo componen los siguientes títulos: Maldita mi suerte, La raba, Hoy no puedo cantar, La revuelta de los miserables y Ten cuidado. Para sus seguidores son grandes himnos, si eres nuevo en el mundo de Envidia Kotxina, te invito a pasearte por sus discos antiguos y rescatarlas de la biblioteca musical, y disfrutar. Aunque los descubrí algo mayorcita, me vuelvo a mi juventud, vuelvo a rememorar mi primera vez en un concierto suyo, y me vuelven las ganas de escaparme a algún directo suyo para dejarme la voz cantando y agotarme saltando con ellos.


Estas cinco canciones ganan en contundencia: Maldita mi suerte transmite más fuerza en las guitarras, más elaboradas, más certeras, y la guitarra, rabiosa, que junto a la mejora en la compenetración de las voces la hace muy especial; La raba ayuda a recomponer la batería, más rápida, más segura y con más sonoridad, así como el bajo; Hoy no puedo cantar me ha cautivado, comenzando con un sonido más limpio, calmado, de una guitarra acústica imagino, que luego pasa a lo eléctrico, y es que Envidia Kotxina es un grupo de contrastes, fórmula que les funciona genialmente, porque pasaremos de una melodía suave a una aceleración a medio tema liderado por el bajo; cuarta, La revuelta de los miserables, donde noto una cambio melódico, algo más funky quizás, y unas voces más rabiosas, más cargadas (para los cántabros sobre todo, me ha venido un recuerdo a Karne Cruda en los coros, ¿qué pensáis?); y por último, Ten cuidado, que salvo la depuración musical, sigo recordando como antes.

Y pasamos al último bloque, el de los temas en acústico. Creo que en mi trayectoria en estos mundos muchas veces os habréis dado cuenta que tengo predilección por este tipo de interpretaciones, sobretodo cuando, como con el bloque anterior, son de temas que tanto me han marcado y transmitido, así como por el mero hecho de ser un estilo en el que intento aprender y tocar mis propias interpretaciones.
Las elegidas fueron Por Imposición, No se lo cuentes a nadie, Acaba ya!, Por qué? y Cuidado con lo que aprietas. ¡Vamos a por ellas!

Aviso que en choque es curioso, si no estáis acostumbrados seguramente no os termine de convencer, pero merece la pena, mucho.
Por imposición quizás sea de las más flojas, prefiriendo la original, porque creo que se queda corta al propósito, chocando con la rabia vocal que nos encontramos en el tema número 16. No se lo cuentes a nadie ya es otra cosa, es indescriptible, puesto que la presencia de un violín, evidentemente muy melódico, con su suavidad y agudeza, junto con un precioso y más que atinado saxo en la parte más central, la hacen única. Su combinación en el último tercio del tema son inclasificables, debes escucharlo: toques de blues, su toque personal, y una letra bellísima es igual a una puta bomba. Acaba ya! es la siguiente, yo ni me imaginaba que pudiera ser una de las elegidas, donde el oído pronto va a captar el trabajo rítmico que nos presentan, y en donde el bajo tiene mucha importancia, y además, entre la parte tarareada, y ese delicado solo de una de las guitarras la hacen muy especial, con una belleza particular que vinculada a la letra nos regalan uno de las mejores adaptaciones. Por qué? de siempre tiene un algo especial para mi, desde el primer momento que la escuché se me clavó muy hondo, y encontrármela en este disco aniversario ha sido una enorme sorpresa, y es un tema que en primer momento puede parecer que no aporta mucha novedad o cambio en relación al tema original que todos recordaréis, pero tranquilos que se anima con un rollo sureño muy extraño a la par que divertido y pegadizo. Finaliza Kontratiempos de la mano de la genial Cuidado con lo que aprietas, que no sé bien expresar, tiene una cadencia distinta al resto, pero que cierra este trabajo dejando el listón muy alto, disponiendo de nuevo del violín, cuya elección es impecable.


Más de 70 canciones, 5 discos, una maqueta, todo ello impregnado de todos los que hayan aportado su granito de arena a la historia de Envidia Kotxina, los lugares visitados, las vivencias sufridas… 59 minutos de Envidia Kotxina que da un repaso a su pasado, a su presente, y nos deja ver su futuro.

Y si tras escuchar los 20 temas te has quedado con ganas de más, tan sólo tienes que abrir la otra solapa del digipack y ponerte el DVD que acompaña a esta edición. Un DVD con una duración cercana a una hora y en el que se pueden ver cantidad de entrevistas, comentarios y mensajes de todos los mismbros de la banda: los actuales y los que han ido pasando, amigos, compañeros y mucha gente que les rodea. Una forma dinámica y amena de contar de manera detallada y divertida toda la evolución del grupo durante estas dos décadas. Repleto de historias y anécdotas que nos cuentan desde la parte más humanda y humilde de esta gran banda cómo han ido creciendo, aprendiendo y, sobre todo, disfrutando de lo que hacían en todo momento. Todo esto pilotado y producido por Alberto Pla (Boikot), con un resultado impresionante. Y como extras para terminar de degustar este gran trabajo, tenemos el regalo de cinco temas grabados en directo con imágenes de estos “monstruos” sobre el escenario. Mejor no desvelo más detalles, eso sí, os recomiendo que os hagáis con este trabajo porque merece la pena y mucho, tanto el CD de audio como el DVD con la gran historia de esta gran banda.

Espero que con este Kontratiempos, Envidia Kotxina sea capaz de darse a conocer a un nuevo público poco habituado a su punk, punk-rock particular y característico, así como afianzarse en la escena estatal musical, puesto que se merecen, como regalo de 20 aniversario, los mejores deseos. Quizás no sea uno de los grupos que más den que hablar, que sean tan masivos como otros, pero nunca han pasado desapercibidos, y nunca deberían pasar así. Su repertorio y su actitud se merecen mayor reconocimiento de que actualmente considero se les presta.

Y como regalo para nosotros, otros veinte “kotxinos” años de su música y de sus mensajes.

¡Felicidades, Envidia Kotxina!

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